Pages

viernes, 30 de marzo de 2012

El sentido de la Semana Santa

Los primeros cristianos, que eran también judíos, participaban de las celebraciones judías, y todos los años celebraban la fiesta Pascual, y esta celebración anual de la Pascua judía comenzaría a ser la celebración de la Pascua cristiana.

Siguiendo el calendario lunar, los judíos celebraban la Pascua el día de la primera luna llena de la primavera, en conmemoración del día en el que fueron liberados de la esclavitud de Egipto guiados por Moisés; y los cristianos comienzan a celebrar la resurrección de Jesucristo la noche del sábado al domingo después de esta luna llena, porque fue al amanecer del domingo cuando se sitúan las primeras apariciones de Resucitado.

Así, ese tiempo de celebraciones y preparación hasta la Pascua es la Cuaresma y va desde Domingo de Ramos hasta Domingo de Pascua.

En el Domingo de Ramos recordamos la llegada de Jesús a Jerusalén, aclamándole y reconociéndole como nuestro único Señor, en quien creemos y al que queremos seguir.

El ramo bendito con el que le aclamamos, puede conservarse como signo de la fe que hemos proclamado. En el Evangelio de hoy leemos la Pasión que es adentrarnos al momento más decisivo del camino de nuestro Maestro.




En la misa de LUNES, MARTES y MIÉRCOLES  Santo, leemos las profecías en las que nos hablan de un Siervo de Dios que, con su entrega, nos abrirá el camino de la vida. También hacemos la celebración de la penitencia, que nos prepara para vivir renovados la Pascua de Jesús. Participamos en la Misa Crismal, en la que se bendicen los santos óleos que servirán para la celebración de los sacramentos a lo largo del año. Y, finalmente nos preparamos personalmente buscando momentos de oración.


JUEVES SANTO

Nos reunimos para recordar  y celebrar la Última Cena de Jesús con sus discípulos. Jesús lava los pies a éstos para dar ejemplo de cómo debemos vivir, poniendo nuestra vida al servicio de los demás. Tomando el pan y el vino, anuncia que será su Cuerpo y Sangre su presencia en medio de nosotros.


VIERNES SANTO

Recordamos la muerte de Jesús, su fidelidad al camino de Dios es, un ejemplo admirable, y con esa cruz presente manifestamos  que creemos de verdad en Jesús, que queremos que Él nos salve y que estamos dispuestos a seguir su camino.


SÁBADO SANTO

La Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y muerte. En su rostro, vemos reflejado el sufrimiento de la humanidad y también nuestro propio sufrimiento, pero al mismo tiempo, vemos también reflejada toda la esperanza, porque la muerte no es el final, ni el sufrimiento, ni la desesperanza, sino que más allá está el amor y la vida.


LA PASCUA

Es el día más grande del año porque celebramos que el amor de Jesús ha vencido para siempre sobre el mal y el pecado y la muerte, y celebramos el camino de vida y salvación que ha abierto para nosotros.
En la Vigilia Pascual  comienza la celebración con el rito de la luz: la luz de Jesús resucitado está en medio de nosotros y proclamamos nuestra fe en Él.

En el Evangelio se proclama que Jesús ha resucitado! Con el Bautismo, nos sumergimos con Jesús a su muerte y resucitamos con él a una nueva vida, le pedimos que nos reafirme en este camino y nos comprometemos a serle fieles. Y por fin, en la eucaristía Jesús se nos da como alimento, para que vivamos plenamente unidos a Él.


Domingo de resurrección

Es el anuncio gozoso de la victoria de Jesús sobre la muerte. Resucitando restauró la vida y nosotros lo celebramos  con toda la alegría.

Después de este tiempo de recogimiento llegamos al fin de una Semana Santa con la máxima explosión de gozo y alegría que es la Resurrección de Jesús y la nuestra propia.

Nuestra vida seguirá siendo dura y difícil, pero viviremos esos sentimientos con la mirada puesta en aquel que va por delante de nosotros, y nos dice que su camino conduce a la vida para siempre.

Hay quien vive estos días como unas vacaciones más, pero estemos donde estemos disfrutando de unos merecidos días de descanso, qué más bonito disfrute a la vez, el buscar el lugar y el tiempo para estar, vivir y encontrarnos con Aquel  que nos da Todo.

Además de las celebraciones litúrgicas, hay otros actos populares: viacrucis, procesiones etc.; es una buena forma de seguir viviendo lo que celebramos en la liturgia, el problema es cuando estos actos populares se convierte en más importantes que las propias celebraciones  litúrgicas o llegan incluso a desplazarlas. No nos quedemos tan sólo en la belleza externa, sino que adentrémonos en la historia de nuestra vida que en esas imágenes nos vemos reflejados, tanto en las escenas de dolor, pues en momentos de nuestra vida también nos toca cargar con la cruz, pero con el ánimo de que ese sufrimiento también nos sirve para vivir con esperanza, y arrepintiéndonos del daño que hayamos causado; como en las de alegría, viviendo con la plenitud de que estamos salvados, dando gracias una vez más al Señor por hacerse hombre y entregarse por nosotros ; así que, qué canto con más pasión, júbilo cuando lanzamos el grito del ALELUYA! y ¡ GLORIA A DIOS EN EL CIELO Y EN LA TIERRA PAZ  A LOS HOMBRES QUE AMA EL SEÑOR!

La Vigilia Pascual es el gran momento, la gran fiesta. Pero cada domingo la fiesta continúa…

María Teresa Grau
Catequista de la Parroquia



miércoles, 28 de marzo de 2012

Charla Cuaresmal

A lo largo de esta Cuaresma se han impartido en la parroquia tres charlas para sintonizar con el espíritu de este tiempo. La primera fue la llamada a la santidad desde la vocación del bautismo. La segunda la confesión de los pecados. En la tercera se ha dado unas pinceladas sobre el mensaje del Santo Padre para esta Cuaresma. Este es el esquema de la Charla.    



“ Fijémonos  los  unos  en  los  otros  para  estímulo  de  la  caridad  y  las  buenas  obras. “ (Heb.10, 24).

INTRODUCCIÓN:

•          Cuaresma: tiempo  de  reflexión, renovación  de  la  fe  personal y  comunitaria.        
•          Medios :  la  Palabra  de  Dios  y  sacramentos.
•          Oración :  ser  de  Dios.
•          Compartir ( limosna) :  ser  para  los  demás.
•          Silencio :  darle  espacio  a  Dios.
•          Ayuno :   no  ser  para  mi
•          Hb.10,24.  forma  parte  de  un  fragmento  en  que  se  nos  exhorta  a  confiar  en  Jesucristo  sumo  sacerdote , que  nos  obtuvo  el  perdón , a  acoger  a  Cristo  con  fe , esperanza  y  caridad. También  dice  que  para  esto  es  importante  participar  en  los  encuentros  litúrgicos , en  la  oración  de  la  comunidad , mirando  la  meta  de  lo  que  nos  espera  en  el  cielo.
•          Hb.10,24. ofrece  una  enseñanza  sobre  tres  aspectos  de  la  vida  cristiana:  la  atención  al  otro , la  reciprocidad y  la  santidad  personal.                    

 “FIJEMONOS”: La  responsabilidad  para  con  el  hermano.

ü  Fijar  la  mirada  en  Jesús  y estar  atentos  a  los  otros . No  mostrarse 
             indiferentes  a  la  suerte  de  los  hermanos.
ü  Prevalece  la  indiferencia  que  nace  del  egoísmo  encubierto  bajo  apariencia  de   respeto  por  la  “esfera  privada”.
ü  Cultivar  una  mirada  de  fraternidad.
ü  La  atención  al  otro  conlleva  desear  el  bien  físico, moral y espiritual.
ü  Peligro  de  tener  el  corazón  endurecido y estar  ciego  ante  los  sufrimientos de  los  demás. Parábola  del  buen  samaritano (Lc. 10, 30-32 )  y  del  rico Epulón ( Lc. 16,19 ).
ü  ¿Qué  impide  la  mirada  amorosa  al  hermano? La  riqueza  material y saciedad, anteponer  los  propios  intereses y preocupaciones .
ü  La  humildad  de  corazón y la  experiencia  personal  del  sufrimiento  pueden ser  fuente  de  un  despertar  a  la  compasión ( Prov. 29,7 )
ü  Deseo  recordar  un  aspecto  de  la  vida  cristiana  que  ha  caído  en  el  olvido :
ü  La  corrección  fraterna  con  vistas  a  la  salvación  eterna , (Prov. 9, 8 (Mt.18,15)
ü  Esto  entra  dentro  de  la  misión  profética  de  los  cristianos . Es  una
obra  de  misericordia , frente  al  mal  no  hay  que  callar . Pienso  en  los cristianos     que  por  respeto  humano  o  comodidad  se  adecuan  con  la  mentalidad común  que  contradicen  la  verdad  o  no  siguen  el  bien.
ü  Corrección  fraterna  movida por  el  amor , misericordia y deseo  del  bien  del  hermano , no  por  espíritu  de     condena  o  recriminación , (Gal. 6 ,1.)  para  caminar  juntos  a  la  santidad.

2. LOS UNOS EN LOS OTROS, EL DON DE LA RECIPROCIDAD.
ü  Existe  una  mentalidad  que  reduce la  vida  a  lo  terreno y  acepta  cualquier decisión  moral  en  nombre  de  la  libertad  individual .
ü  La  sociedad  puede  ser  sorda  ante :  sufrimientos  físicos , exigencias  espirituales y  morales  .
ü  S. Pablo (Rm. 14 ,19 ) “buscad  lo  que  fomente  la  paz y nuestra  edificación “.
ü  Los  cristianos  somos  miembros  de  un  solo  cuerpo. Hay  una  comunión, el      bien  y el  mal  de  uno  repercute  en  los  demás (Reciprocidad) . La Iglesia ( comunidad)  hace  penitencia  por  los  pecados  del  prójimo y se  alegra  de  sus buenas  obras . Reconocer  el  bien  que  Dios  obra  en  los  otros y alegrarse, (Reciprocidad).

3. PARA ESTÍMULODE LA CARIDAD Y LAS BUENAS OBRAS:
    CAMINAR  JUNTOS  EN  LA  SANTIDAD.

ü  Llamada  universal  a  la  santidad.
ü  Animarse  mutuamente  para  alcanzar  la  plenitud  del  amor  y  buenas  obras.
ü  Tentación  de  tibieza, de  guardarse  los  talentos.
ü  Quien  no  avanza, retrocede
ü  Aspirar  a  un  alto  grado  de  la  vida  cristiana.
ü  La iglesia al proclamar beatos y santos pretende suscitar en nosotros el deseo de que  imitemos  sus  virtudes.
ü  Ante el mundo que necesita testimonio sentir la urgencia de competir en la caridad.             

Horario de Actos Litúrgicos

Aquí os traemos todos los horarios para esta Semana Santa 2012

Semana Santa 2012

lunes, 26 de marzo de 2012

DOMINGO DE RAMOS

 ¡EL SEÑOR ES EL SIERVO! 

Aurelio Ferrándiz García
Secretariado de Catequesis

Isaías 50, 4-7
Filipenses 2, 6-11
Marcos 11,1-10; 14, 1-72; 15,1-47

1.      MENSAJE: ¿Quién es Jesús? El Señor-Siervo
ü  Preguntas que lanza el sacerdote: Hoy es un día especial, mucha gente llena el templo parroquial, pero si preguntásemos a la salida de templo ¿quién es Jesús? La gente nos daría muchas respuestas. ¿Qué creéis que nos respondería la gente? ¿Qué nos responde el evangelio que narra la entrada de Jesús en Jerusalén? ¿Os habéis fijado que la palabra que más se repite en todo el evangelio que hemos leído al bendecir las palmas ha sido la palabra borrico? ¿por qué razón?

El Mesías-Servidor

La liturgia de este domingo de Ramos, como toda la Semana Santa, nos da la respuesta evangélica: Jesús es el Mesías- Siervo, humilde y pobre para los pobres. Y todo esto lo significó Jesús muy bien entrando en Jerusalén, entre aclamaciones y vítores, pero montado en un borrico, que era el animal de la gente humilde y sencilla. Para que os hagáis una idea es como si el Papa Benedicto XVI, que acaba de visitar México, hubiera llegado montado en un borrico. En los tiempos de Jesús, la gente potente andaba en caballo y la gente humilde en borrico, por eso Jesús lo prepara todo a la perfección porque quería resalta que era el Mesías de Dios, que tenía toda la fuerza y el poder de Dios, pero dirigido a la gente humilde y sencilla, para los que se abren a su gracia. Así quiso comenzar la Semana más importante de su vida: señalando su humildad y pequeñez. Lo que iba a hacer, su entrega en la cruz, lo hacía con amor, como servidor del Padre  y de los hombres. Los vítores y las aclamaciones no nos deben distraer del autentico mensaje de este día: es el Mesías Servidor de los pobres y humildes.

TRADUCIDO EN SIGNOS:

·         Se presenta una palma, un ramo de olivo, un manto que son los elementos que utilizaron en Jerusalén para aclamarlo como Mesías y una cruz para significar su entrega en el dolor y la pasión.





2.      MENSAJE: Cruz y gloria, fracaso y triunfo, Viernes Santo y Domingo de resurrección. Sábado Santo
ü  Preguntas que lanza el sacerdote: Es importante pensar a donde lo llevó la pasión y la cruz? ¿Terminó todo en el fracaso de la cruz? La Semana Santa tiene dos caras de una misma realidad ¿cuáles son?  Son dos dimensiones de la vida de todo cristiano    


“Él se humilló pero Dios lo exaltó”

La segunda lectura, que es un himno de San Pablo, nos da la perspectiva para entender esta Semana Santa: Cristo se humilla voluntariamente despojándose de su rango, de los privilegios de su divinidad, para asumir la debilidad y la humillación en la pasión y la cruz. Pero esto no será la última palabra. Dios le tenía preparado la victoria y la resurrección. Aprendamos de Cristo a saber sufrir las contrariedades de la vida, a confiar en Dios cuando las cosas no las entendemos, cuando nos salen mal, para que Dios actúe y se realice su voluntad. Al final Dios tiene siempre la razón, y nuca defrauda. La ley de la proporción evangélica dice esto: A tanta humillación de Jesús, tanta exaltación de Dios.   
TRADUCIDO EN SIGNOS:
·         Se presenta el cirio pascual de este Semana Santa sin encender: es el símbolo de la resurrección del Señor que vamos a celebrar esta próxima Vigilia pascual

3.      MENSAJE: La pasión es el centro del Nuevo Testamento, de la vida de Jesús y de  la vida de un cristiano
ü  Preguntas que lanza el sacerdote: ¿Quién sabe por dónde comenzó a escribirse los evangelios, por el comienzo del nacimiento en Belén o por el final de la pasión y resurrección de Jesús?  ¿Por qué creéis que la pasión de Jesús ocupó un puesto tan importante en la vida de los primeros cristianos? 

“Pasión de Nuestro Señor Jesucristo”

Los evangelios comenzaron a escribirse a partir del relato de la pasión del Señor. Constituye el centro de nuestra salvación. Jesús nos salvó con bellas palabras o largo discursos, sino con su entrega en la cruz, cumpliendo la voluntad del Padre. Allí demostró lo mucho que ama a los hombres, hasta derramar su sangre. Hay que mirar bien la pasión, meditarla, rezarla  y agradecerla porque es la fuente de nuestra redención. San pablo lo descubó muy bien, cuando dijo: “Me amó y se entrego por mí”.

TRADUCIDO EN SIGNOS:

·         Se presenta un Leccionario donde se narra la pasión del Señor que vamos a leer esta Semana Santa y una vela encendida como signo de oración y meditación, que es lo que vamos a leer en estos días.               
         

domingo, 25 de marzo de 2012

Imposición de la Cruz a los monaguillos de la parroquia

 

El domingo, 25 de marzo, un grupo de veintiséis monaguillos de la parroquia han recibido la cruz que llevarán puesta en las celebraciones litúrgicas. Con este acto se han presentado ante la comunidad parroquial con el encargo de servir al altar y para ello han recibido la bendición del párroco. El grupo de monaguillos está dirigido por un joven de la parroquia, Pepe Pastor, que se ocupa de su formación y animación. El sábado por la mañana hicieron un día de convivencia en el Seminario acompañados por las religiosas. Tuvieron un momento de oración en la capilla y de preparación del rito de la cruz. Los seminaristas les enseñaron el Seminario y los animaron a plantearse el tema de la llamada de Dios.   


viernes, 23 de marzo de 2012

LA CONFESIÓN DE LOS PECADOS


CHARLA CUARESMAL

Aurelio Ferrándiz García
21/marzo/2012


 

·  Este sacramento es llamado sacramento de la confesión porque la declaración o manifestación de los pecados ante el sacerdote, es un elemento esencial de este sacramento. No solamente confesamos nuestro pecado, sino que también confesamos y reconocemos la misericordia de Dios para con el hombre pecador.


·  Se le llama sacramento del perdón porque, por la absolución sacramental del sacerdote, Dios concede al penitente” el perdón y la paz”.


·  La confesión de los pecados, incluso desde un punto de vista simplemente humano, nos libera y facilita nuestra reconciliación con los demás.


·  Por la confesión, el hombre se enfrenta a los pecados de que se siente culpable; asume su responsabilidad y, por ello, se abre de nuevo a Dios y a la comunión de la Iglesia.


·  Sin ser estrictamente necesaria, la confesión de los pecados veniales, sin embargo, se recomienda vivamente por la Iglesia. En efecto, la confesión habitual de los pecados veniales ayuda a formar la conciencia, a luchar contra las malas inclinaciones, a dejarse curar por Cristo, a progresar en la vida del Espíritu. Cuando se recibe con frecuencia, mediante este sacramento, el don de la misericordia del Padre, el creyente se ve impulsado a ser él también misericordioso (cf. Lc 6,36).


·  Los resultados de este sacramento son: la reconciliación con Dios y la reconciliación con la Iglesia.
El sacramento de la reconciliación con Dios produce una verdadera” resurrección espiritual”, una restitución de la dignidad y de los bienes de la vida de los hijos de Dios, el más precioso de ellos es la amistad de Dios (Lc 15,32).


·  Este sacramento reconcilia con la Iglesia al penitente. El pecado rompe la comunión fraterna. El sacramento de la penitencia la repara o la restaura.


·  Con frecuencia, muchos fieles valoran la confesión individual como una ocasión de diálogo con el sacerdote, para consultas, diálogo pastoral, direcciones espirituales etc..; estos aspectos tienen su importancia y hay que tenerlos en cuenta, pero a la vez habrá que mantenerlos en su propio nivel y no confundirlos con la celebración misma del sacramento. No se debe confundir la celebración de la penitencia con otros servicios parecidos, como son la orientación moral o la llamada dirección espiritual.


·  El Ritual distingue tres formas de celebrar este sacramento:

a)   reconciliación de un solo penitente: previa la confesión y aceptación de la penitencia, el sacerdote imparte la absolución;
b)    reconciliación de varios penitentes que se confiesan y son absueltos individualmente;
c)        reconciliación de muchos penitentes donde la confesión es general y la absolución se da conjuntamente a todos, sin confesión individual previa. Esta última forma está reservada para casos de carácter excepcional.





miércoles, 21 de marzo de 2012

Quinto Domingo de Cuaresma

HA LLEGADO LA “HORA” DE CONOCER A JESÚS

Aurelio Ferrándiz García
Secretariado de Catequesis
Jeremías 31, 31-34
Hebreos 5,7-9
Juan 12, 20-33

1.      MENSAJE: La “hora” de conocer a Jesús
ü  Preguntas que lanza el sacerdote: Nosotros decimos en nuestro lenguaje “ha llegado la hora” de tal cosa ¿a qué nos referimos con esta expresión? Jesús también utilizó la expresión ha llegado “mi hora” ¿a qué se refería? Aquellos judíos sentían ganas de conocer a Jesús ¿nosotros tenemos ganar de conocerlo?

“Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre”
Estamos a punto de celebrar la Semana Santa, y la liturgia de este domingo nos invita a conocer a Jesús en “la hora” más importante de su vida, el momento de su entrega en la cruz, de su muerte y resurrección. A estos episodios finales de su vida, Jesús los llamaba su “hora”. Nosotros también decimos ha llegado la hora de decir algo, de hacer algo y siempre se trata de algo importante que se va a revelar o a dar a conocer. Jesús lo reservaba todo para su “hora” de la pasión y muerte, porque es el momento más importante de su vida, donde nos amó hasta el extremo, hasta el límite. Es la hora de la verdad: de saber lo mucho que nos ama, hasta donde está dispuesto a amarnos: hasta dar su vida en la cruz. Y ese mismo gesto de entregarse y morir en la cruz no es un fracaso ni un perder, sino ganar su vida y una victoria. San Juan lo expresa con la palabra “glorificar”, llenarse de la victoria y del triunfo de Dios. Parece paradójico o contradictorio, pero no lo es. Según Jesús, para ganar hay que perder. Y puso un ejemplo para que lo entendiéramos todos: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto”.

TRADUCIDO EN SIGNOS:
·         Se presenta la esfera de un reloj con las saetas y en el fondo Cristo que muere en la cruz. La muerte en Cristo en la cruz es la hora más importante de su vida.
·         Se presenta también unas espigas que es el fruto del grano que cae en tierra y muere, así la resurrección de Jesús es el fruto de su entrega y muerte en la cruz.     


2.      MENSAJE: Conocer a Dios es amar a Dios
ü  Preguntas que lanza el sacerdote: Cómo se conocen mejor la cosas: ¿con la cabeza o con el corazón? Pongamos un  ejemplo: si una madre tiene que explicarle a su hijo lo que es querer y amar, se lo explica mejor leyéndole un libro muy grueso que habla sobre el amor, o dándole un beso?


   
“Pues todos me conocerán”
Aquellos judíos querían conocer a Jesús, pero Jesús les contesta que el mejor momento para conocerlo es cuando esté en la cruz, porque es ahí donde él entrega su Espíritu Santo para que todos los hombres lo conozcamos desde el amor, amando a Dios. Es la alianza prometida por Dios en el Antiguo Testamento y que el profeta Jeremías nos ha recordado en la primera lectura: meteré mi amor en sus corazones y así todos me conocerán. Se refería el profeta al Espíritu Santo que Jesús nos entregó al morir en la cruz. El Espíritu Santo es el amor de Dios que se nos da para conocer a Jesús amándolo.   

TRADUCIDO EN SIGNOS:
·         Se dibuja una paloma encima de un corazón. Significa que el Espíritu Santo es el amor de Dios que se nos da para conocer a Dios.  

3.      MENSAJE: El sacrificio nos ayuda a darnos
ü  Preguntas que lanza el sacerdote: Que tiene más valor: las cosas fáciles o difíciles. Seguro que nos gustan más las fáciles, pero  las difíciles tienen más mérito porque ponen a prueba nuestra valía. En las cosas difíciles se descubren las cosas que valen. ¿A Jesús le costó sufrir y morir?  ¿Y por qué lo hizo? ¿A quién obedecía?

“Y, aun siendo Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer” 
Sufrir no le gusta a nadie, pero si sufrimos con amor es ya otra cosa. A eso le llamaos obediencia, y es lo que hizo Jesús: sufrió la cruz por obediencia al Padre y así lo hizo con amor. Esto es algo importante que hemos de conocer de Jesús de su “hora” importante: que no hay que tener miedo al sufrimiento si lo hacemos todo con amor, por obediencia a Dios.

TRADUCIDO EN SIGNOS:
·         Se presenta el dibujo de una cruz en una cartulina y que ponga en el palo horizontal: SUFRIMIENTO POR AMOR y en vertical: OBEDIENCIA.

4.      MENSAJE: Ver a Jesús es servirle y seguirle
ü  Preguntas que lanza el sacerdote: La muerte de Jesús en la cruz que vamos a  celebrar en estos próximos días ¿a qué nos invita? ¿podemos cruzarnos de brazos?  ¿Es suficiente ver como desfilan las procesiones de Semana Santa y no hacer nada por Jesús?

“El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor”
Ver a Jesús que se entrega en la cruz y querer conocerle de verdad significa servirle y seguirle. Devolverle tanto amor como él nos ha dado sirviéndole en el prójimo, en el necesitado, en el débil y pecador. Significa tomar el camino de la cruz y seguir detrás de Jesús, pisando sus mismos pasos. Conocer de verdad a Jesús es seguirlo en el camino de la cruz y de la entrega, así serviremos de verdad a Dios y al hombre.

TRADUCIDO EN SIGNOS:

·         Se presenta un lavabo y una toalla para significar el servicio al prójimo, como hizo Jesús en la Última cena.
·         Se presenta también un Nuevo Testamento que marca el camino para seguir los pasos de Jesús.

lunes, 19 de marzo de 2012

LA VOCACIÓN AL SACERDOCIO


                La palabra vocación viene del latín 
vocatĭo, -ōnis significa acción de llamar. Decimos que alguien ha recibido una vocación, esto significa que está llamado a hacer algo.
                Si una persona tiene vocación al sacerdocio significa que es llamado a convertirse en sacerdote. Si hay uno que es llamado significa entonces que hay otro, alguien que llama, ese alguien es Dios.
                Es por tanto la vocación una acción que nace de Dios, no de nosotros, nosotros somos llamados a algo. Por ejemplo, Dios llama a Moisés a que guíe al pueblo de Israel en su salida de Egipto. Entonces es una iniciativa de Dios el llamar a alguien. La tarea que tiene aquél que es llamado es responder a esa vocación. Moisés tendrá que cumplir lo mandado por Dios si quiere colaborar con Él en la liberación de Israel.               Podríamos decir que una vocación es colaborar con Dios en algo que él nos pide.



                La vocación al sacerdocio

                Aunque hay muchas vocaciones dentro de la Iglesia y todas son muy importantes: la misión laical, la vocación a la vida religiosa, etc. y cada uno tiene su misión específica, la del sacerdote es una vocación muy especial y muy necesaria para el pueblo de Dios: ellos son los pastores de la Iglesia que guían y cuidan de su rebaño.
                "La vocación sacerdotal es un misterio. Es el misterio de un ‘maravilloso intercambio’ –‘admirabile commercium’– entre Dios y el hombre. Este ofrece a Cristo su humanidad para que Él pueda servirse de ella como instrumento de salvación, casi haciendo de este hombre otro sí mismo. Si no se percibe el misterio de este ‘intercambio’, no se logra entender cómo puede suceder que un joven, escuchando la palabra ‘sígueme’, llegue a renunciar a todo por Cristo, en la certeza de que por este camino su personalidad humana se realizará plenamente". ("Don y misterio", p. 90).
                Así, ser sacerdote es claramente una vocación de Dios. Leamos un texto donde Juan Pablo II nos habla de su vocación a convertirse en sacerdote:

 "Después de la muerte de mi padre, ocurrida en febrero de 1941, poco a poco fui tomando conciencia de mi verdadero camino. Yo trabajaba en la fábrica y, en la medida en que lo permitía el terror de la ocupación, cultivaba mi afición a las letras y al arte dramático. Mi vocación sacerdotal tomó cuerpo en medio de todo esto, como un hecho interior de una transparencia indiscutible y absoluta. Al año siguiente, en otoño, sabía que había sido llamado. Veía claramente lo que debía abandonar y el objetivo que debía alcanzar sin volver la vista atrás. Sería sacerdote". ("Del temor a la esperanza", Solviga, 1993, p. 34).

En este texto donde habla de su elección como Papa y de la naturaleza de la vocación y se ve cómo es una llamada a un proyecto de Dios.

 "Creo que no fui yo el único sorprendido aquel día por la votación del Cónclave. Pero Dios nos concede los medios para realizar aquello que nos manda y que parece humanamente imposible. Es el secreto de la vocación. Toda vocación cambia nuestros proyectos, al proponernos otro distinto, y asombra ver hasta qué extremo Dios nos ayuda interiormente, cómo nos conecta a una nueva ‘longitud de onda’, cómo nos prepara para entrar en este nuevo proyecto y hacerlo nuestro, viendo en él, simplemente, la voluntad del Padre y acatándola. A pesar de nuestra debilidad y de nuestras opiniones personales.”

                Entonces es importante que nos planteemos: ¿Cuál es mi vocación? ¿A qué me llama Dios? ¿Qué tengo que hacer en mi vida? Nosotros, los cristianos creemos que estamos llamado a colaborar con Dios en la redención del mundo. Dios da a cada uno unos talentos, unas capacidades, una inteligencia que le servirán de una manera determinada a colaborar con Él. Por eso hay diversidad de dones y diversidad de vocaciones.
                Estamos celebrando en todas las diócesis el Día del Seminario con motivo de la fiesta de su patrono San José, llamado por Dios a ser el custodio en la tierra de Jesús y de María y estamos orando muy especialmente por las vocaciones sacerdotales que son muy necesarias. Toda la comunidad cristiana debe ser consciente de esta necesidad y orar para pedir a Dios que envíe sacerdotes santos a trabajar por las almas.

Leamos algo que Juan Pablo II escribe a los agentes de la pastoral de las vocaciones:

¡Responsables de las vocaciones, sacerdotes, religiosos, padres y madres de familia! Dirijo a vosotros estas palabras. Comprometeos con generosidad en la tarea de procurar nuevas vocaciones, tan importantes para el futuro de la Iglesia. La escasez de las vocaciones requiere un esfuerzo constante para remediarlo. Y esto no se logrará si no sabemos orar, si no sabemos dar a la vocación al sacerdocio, diocesano o religioso, el aprecio y la estima que merece” (J. Pablo II, “Elegir el sacerdocio quiere decr creer en el amor”, EDICE, Madrid , 1980).

“Para la solución efectiva y consoladora del problema de la vocaciones, la comunidad cristiana debe sentrise pues, comprometida ante todo a orar, orar mucho, con confianza y perseverancia, no dejando además de promover oportunas inciativas pastorales, y de ofrecer de modo especial por medio de las almas “consagradas”, el testimonio luminoso de una existencia vivida con fidelidad a la vocación divina. Es preciso hacer dulce violencia al corazón del Señor, que nos hace el honor de llamarnos a colaborar con Él para la afirmación y dilatación de su reino sobre la tierra, para que la “caridad de Cristo” (II Cor 5,14) despierte la llamada divina en el corazón de muchos jóvenes (…).”

                En el día de San José patrón del seminario oremos por las vocaciones y por los sacerdotes pero acordémonos también de hacerlo durante toda nuestra vida.

ORACIÓN DE JUAN PABLO II

Padre Bueno, en Cristo tu Hijo nos revelas tu amor, nos abrazas como a tus hijos y nos ofreces la posibilidad de descubrir, en tu voluntad, los rasgos de nuestro verdadero rostro.            

Padre santo, Tú nos llamas a ser santos como Tú eres santo. Te pedimos que nunca falten a tu Iglesia ministros y apóstoles santos que, con la palabra y con los sacramentos, preparen el camino para el encuentro contigo.

Padre misericordioso, da a la Humanidad extraviada, hombres y mujeres, que, con el testimonio de una vida transfigurada, a imagen de tu Hijo, caminen alegremente con todos los demás hermanos y hermanas hacia la patria celestial.

Padre nuestro, con la voz de tu Espíritu Santo, y confiando en la materna intercesión de María, te pedimos ardientemente: manda a tu Iglesia sacerdotes, que sean testimonios valientes de tu infinita bondad. ¡Amén!



Luis Pastor
Catequista de la Parroquia

blanco blanco
L M X J V S D
blanco blanco
L M X J V S D